jueves, 15 de octubre de 2009

De bienes privados y públicos y la cultura

Pensaba que no hacía falta ser un premio Nobel de economía para darse cuenta de que con la era digital, el mercado de de distribución de contenidos culturales ha cambiado. Pero parece que sí.

No sé si es que no se dan cuenta, no se quieren dar, o si se dan pero aparentan que no lo hacen e intentan convencernos a todos, de que lo que vemos en realidad no es lo que vemos.

El gran cambio que dado el mercado es que los contenidos culturales han pasado de ser un bien privado a uno público. Y por bien público entiéndase desde el punto de vista económico, esto es, como bien no rival y no excluyente, y no como un bien que pertenece a todos.

Antes, en la era pre-digital, si uno quería un libro, un disco o una peli, no tenía más remedio que comprarla (o alquilarla o tomarla prestada) en un medio físico. Este es un bien privado, pues es rival y excluyente.

Es excluyente porque si yo tengo el libro tú no lo tienes, y es rival porque si yo lo compro queda un libro menos que tú puedas comprar.

Con la llegada de los formatos digitales el coste de la copia se ha reducido a la nada. Y esto es precisamente lo que ha hecho que se conviertan en bienes públicos.

Si yo tengo un libro, una canción o una peli en formato digital, la puedo copiar en cuestión de segundos y sin necesidad de soporte físico. Antes necesitaba papel para las fotocopias, un cd o dvd, objetos físicos que seguían siendo excluyentes y que además tienen un coste.

De esta forma se ha eliminado el problema de la rivalidad, podemos hacer infinitas copias (todas iguales y de la misma calidad) y de la exclusividad, ninguno pierde su copia. Y todo a coste (prácticamente) cero.

Por tanto, el problema al que se enfrentan la empresas "culturales", es cómo conseguir que la gente pague por un bien público. Parece trivial pero no lo es. Si se empeñan en seguir tratando al mercado y al consumidor con estrategias basadas en bienes privados van a perder. De todas todas. Porque el consumidor tendrá, no a la vuelta de la esquina, si no aquí, al lado, exactamente lo mismo pero gratis. ¿Pirata, inmoral, ilegal? Puede, pero 15, 20 o 30 € más barato y sin recibir nada material a cambio. Al menos, cuando pagas 15 € por un libro de papel, si se lo merece, te puedes limpiar el culo con él.

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